miércoles, 26 de septiembre de 2012

Mercedes-Benz Fashion Week: New York

La semana de la moda en Nueva York es el evento más importante del año en lo que a esta materia refiere. Las celebrities, modelos, diseñadores, periodistas y bloggers de todo el mundo dejan el hueco en su agenda cada temporada para este acontecimiento tan venerado por todos. Y allí estuve con cámara en mano y anotadorcito, en los backstages y desfiles, para ver de qué iba todo esto. He aquí algunas enumeraciones:

3 diseñadores que la romperán la próxima temporada:
- Osklen: la firma brasileña que ya es profeta en su propia tierra, desembarcó en la semana de la moda de Nueva York con toda la osadía carioca. No sólo las estampas le agregaron picante a las pasarelas newyorkinas, sino también las transparencias (arriba, abajo y detrás), y las espaldas descubiertas con formas originales que le subieron la apuesta a la nueva temporada. 
 









- Rachel Roy: la californiana que está escalando alto en la vida social de la Gran Manzana demostró su potencial con vestidos maxi con estampas únicas, diseños asimétricos, conjuntos pantalón y chaqueta de corte impecable y mucho color.









- Marissa Webb: la diseñadora coreana presentó una colección compacta y súper completa que bien puede funcionar como fondo de armario. Las claves: blanco y negro, un cuero fuerte combinado con sedas ultra delicadas y piezas de sastrería irreverentes y actuales.








3 tendencias que persisten:
- Transparencias: en vestidos asimétricos o camiseros, faldas largas de seda y camisas. Para el día o para la noche, ya no hay pudor en ir a la oficina con la piel visible a través de tu nueva camisa translúcida.


- Flúor a tus pies: en bolsos y zapatos, los fucsias, naranjas, verdes y amarillos estridentes se ven más que nunca.


- Brillos y más brillos en accesorios: los dorados y plateados con apliques en la biojou harán furor más que el verano anterior.



3 cosas que aprendí en el backstage:
1) las fotos del lookbook que presentan algunas firmas se realizan minutos antes del show. La única finalidad de esto es ahorrarse pagar nuevamente a las modelos, make up artist, peinadores, estilistas y fotógrafos. Por ello, luego de que las modelos son preparadas para el desfile - y antes de salir a escena - se hacen dos clicks y en cuestión de minutos está listo el lookbook de la nueva temporada.



2) que las personas involucradas en el proceso son muchísimas. Todos tienen su asistente, y hay asistente de los asistentes, las modelos están acostumbradas a cambiarse, prepararse, hacer tiempo, comer y tomar en medio de decenas de personas a su alrededor y de fotógrafos intrépidos que las fotografían hasta en los momentos menos oportunos, ellas unas 'ladies', siempre con una sonrisa.


3) Bobbi Brown es tremendamente simpática e informada, cuando le dije que era de Argentina, me describió cuestiones relacionadas a la geografía y política de mi país, algo no tan conocido en esas latitudes, y al menos yo no lo esperaba de una de las empresarias del make up más famoso del mundo.


New York Fashion's Night Out o cómo fomentar las compras desmesuradas con alcohol y buena música


Llegar a la ciudad de Nueva York el día que se celebraba el Fashion's Night Out, además de una coincidencia, fue una bendición. La experiencia fue única e irrepetible y la pasé de 10.
Esta mítica noche que se celebra anualmente en diversos puntos del globo, tiene como finalidad que compres, compres y por su puesto, sigas comprando. Y para ello las tiendas están abiertas hasta entrada la medianoche, con djs, bandas en vivo, tragos, modelos y celebrities en su interior, para que el acto de comprar sea toda una fiesta.
Yo no compré nada, pero en la tienda de Alexander Wang tuve la grata sorpresa de encontrarme con el mismísimo Alexander Wang con quien tuve un pequeño intercambio de palabras y una foto.
En Desigual descubrí a la gente más cool de todo Manhattan, casi un espectáculo, y por su puesto, pura inspiración.
Si bien el evento se llevaba a cabo a lo largo y ancho de toda la isla, en el Soho estaban la mayoría de los newyorkinos deseosos de hacer shopping, por lo que llegar de una esquina a la otra era cuestión de varios largos minutos, pero bien valían la pena mientras uno sacaba fotos y miraba hacia el interior de cada tienda para elegir a cuál entrar.
Al fin y al cabo lo importante de la noche no era la cuestión existencialista de comprar o no comprar, sino la esencia de la fiesta: gente con ganas de divertirse, lookearse, pasear, conocer y compartir una pasión en común: la moda.