miércoles, 26 de septiembre de 2012

New York Fashion's Night Out o cómo fomentar las compras desmesuradas con alcohol y buena música


Llegar a la ciudad de Nueva York el día que se celebraba el Fashion's Night Out, además de una coincidencia, fue una bendición. La experiencia fue única e irrepetible y la pasé de 10.
Esta mítica noche que se celebra anualmente en diversos puntos del globo, tiene como finalidad que compres, compres y por su puesto, sigas comprando. Y para ello las tiendas están abiertas hasta entrada la medianoche, con djs, bandas en vivo, tragos, modelos y celebrities en su interior, para que el acto de comprar sea toda una fiesta.
Yo no compré nada, pero en la tienda de Alexander Wang tuve la grata sorpresa de encontrarme con el mismísimo Alexander Wang con quien tuve un pequeño intercambio de palabras y una foto.
En Desigual descubrí a la gente más cool de todo Manhattan, casi un espectáculo, y por su puesto, pura inspiración.
Si bien el evento se llevaba a cabo a lo largo y ancho de toda la isla, en el Soho estaban la mayoría de los newyorkinos deseosos de hacer shopping, por lo que llegar de una esquina a la otra era cuestión de varios largos minutos, pero bien valían la pena mientras uno sacaba fotos y miraba hacia el interior de cada tienda para elegir a cuál entrar.
Al fin y al cabo lo importante de la noche no era la cuestión existencialista de comprar o no comprar, sino la esencia de la fiesta: gente con ganas de divertirse, lookearse, pasear, conocer y compartir una pasión en común: la moda.










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